Remitente

 


Ha sido sentenciada

sin culpa a una celda oscura

al baúl de todos los silencios

ave sin trayectoria ni cielo.


Carta deshojada, fuente seca

océano baldío, flor inútil,

remitentes solitarios a la espera

de palabras sin destino...


Epístola borrada, desvanecida

la hecha a mano, artesanal

corresponsal de los hechos

río de tinta, piedras cursivas

que destejían hilos de palabras.


P.D.- Todas las cartas han muerto.



¿de qué ha servido tu muerte?


María Cayo






No hay comentarios: