Dos

 

Estuvimos solos

en los espacios cerrados,

y nos abrimos al buen tiempo

para ser ventana.

 

Estuvimos desolados

con las alas desplumadas,

Y nos encontramos,

para volar.

 

Estuvimos a ciegas,

y una tarde nos miramos

con los ojos cerrados.


Estuvimos contados

en los relatos de amor

y fuimos un final trágico

para ser dos y ninguno...

 menos solos, desolados y ciegos.

 

María Cayo.