Al Carajo...


                       He cultivado mi histeria con placer y terror,
                    ahora tengo siempre vértigo, y hoy, 
23 de enero de 1862,
                    he padecido una advertencia: 
he sentido revolotear sobre mí
                    el aire del ala de la imbecilidad. 
                                                                (Ch.Bukowski)



Esta tarde he decidido mandar todo al carajo.
Lo blando y lo duro, el charco, las flores amarillas
(el amarillo no tiene sentido) 
los vecinos, la tarde nublada, que se mueran.
Sonrío, como lo hacen los ancianos...a medias. 
He cargado mi infancia inútilmente, vengo lamiéndola,
provocándola, suturándola. Estoy lívido, 
apático, etílico, solitario, abrumado
con una soledad pestilente y armoniosa.

Por mí que se vayan al carajo
la colección de mujeres que amé
veo su caras aburridas e hipócritas.

Moriré con mis libros y ese gato flaco,
en esta casa pequeña de enormes vacíos
arreglaré una maleta con un montón de fracasos
y haré un viaje a ala chingada,

Visitaré el país de los imbéciles,
hasta que la mi árbol de fe, florezca
y mi coraza, sea construida de mazapán.

Que todo se vaya al carajo,
al animal que escondo, mis abismos,
los lamentos colectivos, el alma
con todo y huesos, carne…

y si la vida me encuentra vivo,
que habite el cuerpo de un poeta,
el que busca entre piedras, un beso soñado.

María Cayo