Duelo

 

Todos somos árboles confundidos,

nos plantaron sin permiso,

alguien nos donó un pedazo de tierra,

y sin un génesis claro, estamos de pie.


Distintos, como hermanos huérfanos,

fuertes y secos, verdes e ilesos

nos desviven en esta celda verdosa

Hay pinos que se deprimen y cantan,

pequeños manzanos esperan el fruto

y los agobiados, no terminan por secarse.


Somos hijos adoptivos de la lluvia

en resistencia a humanos compulsivos

que aman las torres de mil apartamentos

y surgen incendios a media noche

algunos abedules mueren, antisociales

desafiantes en suicidio colectivo.


Antes de retirar las cenizas

se descuartizan ramas y troncos

y en el velorio, las aves rezan 3 rosarios

los supervivientes a la distancia

se esconden tras la neblina en duelo

mientras se preparan los planos

"la casa de sus sueños, a su alcance"

y se construyen encima de los muertos,

sus pequeñas cuevas de vida cara.



María Cayo













No hay comentarios: