No son mis pies

 

No son mis pies, duele el camino. 

Desgarrada de pensarte, tu ausencia me duele. Como el frío que golpea cada noche a la luna, así duele. Te espero todas las horas, incluso cuando duermo.

No te hubiera dicho nada, mi primera palabra resbaló en tu hermosa sonrisa. Te hice mío y te colgué como un cuadro valioso, único y te atreviste a decorar mi casa sola, de vacíos muchos.

No te hubiera dicho nada. No harías tanta falta en estos brazos que no te tocan, en mis versos que nunca logras traducir a tiempo. No existe ninguna manera de olvidar que existes en un lugar tan lejano. Ahí vivo, en tus distancias: la real y la que olvidaste al amarme.


No hay comentarios: