El charco de agua

 

El agua


Vive serena, en un charco

en la calle sucia, en el patio

encerrada en sí misma para ser pisada

o bebida por algunos pájaros.


Agua sucia, callada

duele ser un río que no fluye

un océano pequeño, caído

un lago oscuro, sombrío

 

Se alimenta de lluvia,

le duele ser charco, lodazal,

y al caer la tarde, al finde la tormenta

se desvanece...

así, sin remedio.

 

Hay charcos que miran al cielo,

sueñan con ser células de nuevas aguas,

tienen la esperanza de volar, evaporarse

a nuevas nubes, menos crueles.

 

María Cayo




No hay comentarios: