Amo

 

Amo lo que arrojas a mis hombros, para cargar metáforas por siempre. Beso grande a los que mueren de amor, a pesar de su inexistencia aparente. Gracias por compartir de ti, uno de tantos que eres.

Con el tiempo uno aprende a no echarle azúcar al café. Acercarse al fuego sin que arda la piel. A mirar la luna sin el gozo de convertir la noche en un acto cobarde, muchas horas y muchos nombres, se acumulan en una lista de imposibles y ya no sabes leer, desaprendes entonces los secretos de la nada.

*María Cayo C


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