impronunciable

 

impronunciable

 

Me duele la garganta cuando no me hablas.

Nómbrame como nunca, como siempre, con el viento,
deletrea mi rostro con el murmullo de las olas
soy tu niña, la que crece y tiembla a cada latido tuyo.

Dime entre las hojas arrastradas por el viento
cuánto me amas, hazlo cada vez que el sol aparezca
y cuando la luna se esconda, piensa en mí
estaré con la mirada al cielo, buscándote.

Besaré la noche y el día, buscando tu luz.


Odio la lluvia que te moja.

 Mis manos están cansadas de acariciar tierra y agua,

La despedida tenía un tono gris en tus palabras.

Rezamos una oración a tu dios y el cielo nublado nos murmuró que todo parecía inevitable.

Y fue inevitable.

¿te has ido con las gotas frías? ¿duele tu invierno?

ayer soñé que eras mármol, Apolo.

Acaricio tus restos como a un milagro (uno que pueda tocarse con nostalgia) amor... la huida dejó polvo en los ojos. 

Los que te aman.

María Cayo

No hay comentarios: