Tus pasos


Tus pies

El amanecer amodorrado
despierta con el grito
 de tus pasos descalzos
que vienen a mi sendero...

Y entre tejidos de flores, 
campos verdes y sombríos
suelto la trenza oscura
que he tejido con la ausencia...

mi boca con sabor a desvelo,
a café y ceniza de tabaco,
todos, integran el paisaje
de la espera larga y seca.

tus pies adoloridos,
sucios, heridos y desolados ,
dirigen su destino a mis manos,
para ser sanados.

Y los dos estamos rotos,
esperamos el abrazo no dado,
un pan con chocolate, la risa
un beso de bienvenida,
ignoramos  a la muerte
que no avisó de tu regreso
y sin dólares ni cartas,
emprendemos el camino
para cruzar el río en calma
donde el agua no es agua
ni las piedras raspan,
ese lugar bendito,
donde ya no duele el alma.









María Cayo




2 comentarios:

Unknown dijo...

Un poema sencillo, pero que dice tanto...
Saludos Maria!

Gota de agua dijo...

Muchas gracias Francisco, uno desea caminar con amor, siempre. Saludos y abrazo fraterno.