Eterna Inconforme


Vocifero al agua, a la luna,
al pan dulce, a lo que sea.

Eterna inconforme,
odio los milagros ocultos
el aquí y ahora, la buena vibra
una rodilla herida sin propósito.

Eterna emputada, inconforme
la mano vacía en un bolsillo,
como poema sin alma, roto.

Tanta lágrima en la ventana
de lluvias inútiles, que sueñan
y resbalo con ellas de madrugada.

Eterna indignada, inconforme
sin niña de mi infancia, ni hambre de nada
con la muerte en el puño cerrado
golpeando una puerta, desesperada.

María Cayo




3 comentarios:

Unknown dijo...

Buenos poemas María, y este me gustó especialmente,
este poema te refleja, así te veo, como la eterna indignada inconforme, en la busqueda de un mundo mejor...
Un abrazo!

Gota de agua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gota de agua dijo...

Gracias Francisco por darme tu tiempo y leer, no sé si la indignación sea parte de mi personalidad, pero tienes razón, es el afán de un mundo mejor, para los que menos tienen. Abrazo.