Dos

 

Estuvimos solos

en los espacios cerrados,

y nos abrimos al buen tiempo

para ser ventana.

 

Estuvimos desolados

con las alas desplumadas,

Y nos encontramos,

para volar.

 

Estuvimos a ciegas,

y una tarde nos miramos

con los ojos cerrados.


Estuvimos contados

en los relatos de amor

y fuimos un final trágico

para ser dos y ninguno...

 menos solos, desolados y ciegos.

 

María Cayo.

2 comentarios:

Rubén Callejas dijo...

murmuré un beso
me mojé de ella, quebrada
en la bonanza de un sueño
la ola-caricia arando mi cuerpo


Esta estrofa es sencillamente apoteósica, rimbombante, genial, brillante, es muy sexual y sensual, me fascinó, un beso

Gota de agua dijo...

Es bueno que ta haya gustado Ruben una mujer se entrega a la ola, de la misma manera que al mundo,muchas gracias por leerme...beso beso.