No cualquiera resiste estar solo

Se necesita tener un animal dentro, feroz
construir de lunas rotas, una noche común
suplir antojos, quitarse las dudas, la ropa.


Abres los ojos un día y  ya estás solo 
se coincide con solitarios cotidianos, 
y aprendes su idioma para guardar silencio
te guardas la palabra si no hay almohada.


Hablas a solas, comes,sin salida alguna
llenas de habitantes imaginarios el ropero
 y de emociones submarinas tu ego.


No todos saben estar solos,
se requiere de técnicas y estrategias
acomodar por colores las vivencias, 
sonreír como un pobre idiota
y echar buenas raíces, 
hay  solos que  hacen poemas, 
una canción, un cuadro, un dialogo brillante
y miserable..
platicas con el diario, con el café
o el guayabo del patio y envejeces.

Tragicomedia deliciosa,
donde eres protagonista y antagonista
y la soledad te aplaude, para que no te sientas solo
la muy hija de la chingada.

 

María Cayo