Los caminos
A veces creo que la vida es rara,
abre y cierra puertas, muy suavemente.
Te encierra en un jardín de buganvilias
con la paz que se viste de risa
y que luego, con sus ojos negros
contempla el bosque e infierno
para ponerse a llover.
Conozco todos los caminos
tan verdes, verdes de campos y piedras
y de solitarias calles anochecidas,
los caminos, como amigos imaginarios
se esconden detrás de ti, adelante
cuán duendes que no desean ser vistos,
no hay certidumbre en los pasos,
aprendes sus reglas sin mirar al suelo.
Caminas y cantas, deletreas un poema
y descubres que no sabes nada de nada.
nosotros sus células, sangre inquieta
deambulando perdidos en las dudas,
somos el colesterol, la hemoglobina
y nos detenemos en una esquina,
como si detuviéramos la muerte
y seguimos, sin embargo, caminando.
María Cayo.
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