Nunca se vuelve al mismo punto,
el amigo que te
ansía, abre el paso del escombro
tu lento paso ,
tráelo
el retorno de las sombras
de los otros,
las certezas derrumbadas que encontraste en el océano.
la ignorancia que duele, el alma que sabe
la noche de Tokio, el sol intelecto,
la significancia de las cosas, las pérdidas, las ganancias…
Tráelas.
Surge y regresa.
Voy a quererte en
cada órgano
habitándote en las venas,
después de la alborada
Voy a quererte por ósmosis,
lento , suave, a
gotas,
penetrándote al
alba,
cruzando toda membrana imaginaria
para que mis células
se confundan con las tuyas…
y en esa transfusión morbosa
nacerán colibrís de nuestras bocas,
quedaremos saciados,
sin una sola caricia de manos.
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