Hay un amor que
duele en mi rodilla,
un amor artrítico y pálido
lo encontré una noche aburrida...
titiritaba de frío.
Mi vida se partió en dos
al conocerle.
mi boca vive a 8 mil kilómetros
y ya no como, ni beso.
duele estar sin ojos
caminar a ciegas
un mar fatigado,
lleno de objetos inútiles
y salado de lágrimas.
*María Cayo
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