Tu luna no es mía
y sin embargo
el viento refresca mi rostro con tu nombre
anda…
deja que la denegación me encuentre
en una madrugada sin sogas.
sin aliento…
cubre mi llegada tarde
de relojes y de besos.
*María Cayo
Viene a mi cabeza,
su beso se metamorfosea
y entonces lo llevo en la sangre...
Ahí, en lo rojo
guardo tanta pasión por usted.
y me percato,
de no vivir en vano.
*María Cayo.
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