Soy inadecuada
Mi casa pequeña es el único testigo,
frías las paredes donde tu foto
descansa
una taza de café se extingue con la
noche
y como magia iluminada, tus ojos.
Con las voces del silencio en mi mano,
te hago florecer alrededor mío
y las ventanas abren mis heridas
al ver muchos nadies conmigo.
Y dejo que tu imagen, cual ritual
envuelva de copal mis cabellos…
y entiendo que eres sueño, utopía
luz, suave calma de mar , ola
meditas en mi mente sin música,
y mi corazón ignora que no eres aire.
Y entiendo que soy la voz,
que se calla y que a gritos te siente
en la piel tatuada de palabras rotas,
cualquier día, cualquier mes, cualquier
hora.
María Cayo.
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