Tu ceguera y la mía

Ser ciego, me hace un soñador,
cubro mis ojos con la palma de tus manos
y en lo oscuro,
me deshago de los detalles inútiles
indiferente a la crudeza de lo real
¿ real para quién?

He perdido la vista infinidad de ocasiones
veo lo que no hay y lo toco
difumino la línea de lo que es y no es...
incluyendo tu rostro 
que ya no distingo en ningún lado.

No eres el que todos ven,
y logro imaginar lo que imagino,
y miro cuando eres distinto
amo adivinar tu cara, porque nadie se percata
solo tu puedes verme a tientas
escudriñas en mis ojos las palabras
en lo irreal de los lenguajes.

Somos ciegos tan distintos.

Tengo una falta de visión 
cada noche, ceguera parcial
donde mis 4 sentidos se despiertan
todo lo veo a mi antojo
lo cuadrado es ovalado, lo negro azul
y tu no eres cruel
eres un niño
yo no leo mis poemas, los tiento
te encuentro en ellos
las letras hacen una fila atrás de la luna
¿puedes ver?

Tengo una ceguera feliz
cuando no te miro con tus ojos
sino con mi vista apasionada y borrosa
es ahí que te quiero,
Sucede que cuando uso los anteojos 
que me regalaste antes de irte
te veo tan claro, tan ninguno,
tan cualquiera.

No puedo verte, ni puedes verme
pero somos ciegos tan distintos.

María Cayo