Dulces hilos,
sogas,
cadenas,
serpientes,
raíces de árbol
quimeras...
amarrados a mi cabeza
como pensamientos
que resbalan en la espalda.
Son palabras
despeinadas, no dichas
ideas negras y brillantes
se riegan por todo espacio permitido
vuelan sin alas
con el viento, tiempo.
Mis cabellos son recuerdos
los corto de súbito, como a mis rosales
para llorar menos...
cuando se me caen, me duele
voy perdiendo la memoria.
algunos siguen conmigo,
sobrevivientes al maltrato
vistiéndose de plata,
o nieve, aferrados
esperando su caída
o mi muerte.
María