Mirarnos

 

Mirarnos

 

Teníamos en la mirada,

un río turbulento, vivo

bajo los danzarines árboles

la tierra fértil, rodeada de niebla

en ese abandono de piedras,

escribíamos el recuerdo

y del otro lado de la noche

se originaba cierto canto suave

que crecía en la lejanía,

para ser flor, en tus pupilas.

 

 


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