Memoria

 

La memoria terminará su trabajo,

Con un lejano adiós en los ojos,

seremos un niño armando relatos

cuando las emociones sean nada

y la palabra se canse de ser silencio.

 

Dentro de unos segundos,

la memoria dirá que la tarea terminó

y tu cerrarás los ojos,

serás una niña armando relatos

la palabra se cansó de ser hablada.

 

Y tu soñarás  sonriente

mientras nos queda la negación

en tu viaje, olvidas las maletas,

las caras, la sopa en la estufa

guardas la cordura en un microondas

olvidas que nos tienes y no

y el naufragio  duele, anochece.

 

Una  locura con los pies en el jardín

te amenaza y te domina, te jala

te abraza en lo no tan real y sonríes.

 

Todos los fantasmas que miras

necesitan un papel que nos explique

porque tu inocencia se cuelga de la tarde

y se recuesta en la sala que es árbol

e inventa nuevos lenguajes contigo

los de lejos, los de nadie, los que callas,

los que no sabes decir, no recuerdas cómo.

 

Tengo que ver como eres niña

como desaprendiste a ser un adulto

y sin pena ni gloria, lo has abandonado

huyes por las rendijas mentales

y a pesar de ello, vuelves a sonreír

como si el mundo fuera pequeño

y te sonrojas

por no llamar a los objetos por su nombre,

la vida conspira:

Tu te vas y ni siquiera recuerdas que te vas.

 

Rosario Cayo

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