Tengo una visión
nublada
sin estrategia ni objetivo claro
debo y quiero cumplir la misión
de mojar-te, lamer-te e hidratar-me
esa sed sin miramientos que me calme de tu hielo
de las olas de tus ríos,
y de la Atlántida
vives en una cascada de otro mundo,
menos líquido
la de la otra boca que te sumerge y te inunda
¡Qué locura insoportable esta de quererte a secas!
a tientas, de rodillas, tan árida... tímida a mi propias bajezas.
tengo una letra de tu nombre
que cae como gota de sudor en mi espalda
disculpándote siempre de no ser agua.
Caes de la roca, de la nube;
te busco en el suelo al terminar cada llovizna
imagino las palabras mojadas que silencias
las que guardas en el rocío de tu árbol con sus hojas
Eres mi astringente
entras a mis poros con ese cinismo del que ignora
me penetras por ósmosis
y sin embargo
la sequedad de la región que te extraña
permanece húmeda cuando te piensa.
*María Cayo
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