Ese hombre
Ese hombre mira mis hombros
me canta como la musa al poeta,
y es lejano, lento, de suave paso.
Todo se detiene cuando habla.
sus ojos suspiran sin pensamientos,
y hablan de historias sin decir nada.
Será que amaba a ese hombre,
mi sombra desmayaba de sueños
caían como cascada los silencios
y los finales continuos, eran un
invento.
Ese hombre se encerraba a veces
en la punta de mi lengua,
quería ser dicho en todas mis leyendas,
ser cierto en mis voces de sed.
No sé si regresen mis hombros
a ver sus ojos posados y descalzos.
vuelo y busco, busco su vuelo
tejo de hilos brillantes una línea
que acerque a los amantes,
tan distintos, tan distantes.
María Cayo.
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