María



María

Resérvame un tiempo,
borra el mundo de relojes
y cárgame en tu hombro. 

Cantemos al futuro
regálame un viaje a ese lugar,
de sillas solas, esperándonos

Tengo  prisa de luciérnaga
para darte mi luz por las noches
y estar menos ciego y mudo contigo.

Resérvame un  instante
enlazado a   tus piernas  maduras,
cuéntame las historias en tu cabello
o huye de mí, para mirarte
y amar cuando te alejas o vienes
y tener una  mañana llena de ti 
desnudas ambas, tú y mi mañana
de soledad.

María Cayo

2 comentarios:

daniel merlos dijo...

Vos dejarás de ser vos, aunque seas vos.

Gota de agua dijo...

Yo dejo de ser yo, todos los días y al anochecer, regreso. Te quiero Daniel.