Mi niña


Aguardo la hora de la nostalgia, callo
 hasta que  tus ojos no miran nada
 miro tu sueño de princesa rota,
tus mejillas sonrosadas por el llanto
y  tu pelo, aroma de caramelo
se mete entre mis  dedos cansados.

La pelota y el columpio, tu  rostro que amo
se mecen sobre un delgado hilo
ojalá pudiera guardar mañanas distintas
en tu almohada tibia, en el brillo de tus ojos
en tus pies frágiles, pasos.

Mi niña,
no hay manera de cubrirte de las  lluvias
 Sólo tengo dos brazos en el cuerpo.
No  quiero desvanecer  tu arcoíris
esa sonrisa en tu cielo, nubecita
no encuentro una posición certera
dentro, fuera o a la izquierda de tu infancia
y mi voz quebrada ,sola
te lleva por mis caminos, a la espalda
como un colibrí  hermoso, amputado
que no necesita dos alas.

Miro tu sueño de princesa rota
buscando la estrategia, de dulce convencimiento
de que en  mis fragmentos y los tuyos
ya no hacen falta piezas.





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