Eres un poema que no terminé
de madrugada ampliaba mi lenguaje
y buscaba las palabras tuyas
y buscaba las palabras tuyas
y te traducía, limaba cada letra
para cortar la metáfora de distancia
mientras servía el café.
Sacudía, limpiaba. restaba líneas
para cortar la metáfora de distancia
mientras servía el café.
Sacudía, limpiaba. restaba líneas
y te hice una pregunta retórica
que no respondiste a tiempo,
los sonetos y las odas, el epigrama
se convertían en el epitafio sugerido
y escribía, escribía escribía
Con elegías, nocturnos y buen vino
que no respondiste a tiempo,
los sonetos y las odas, el epigrama
se convertían en el epitafio sugerido
y escribía, escribía escribía
Con elegías, nocturnos y buen vino
salieron de tu espalda enormes alas
y llegado el momento perfecto
hicimos caligramas con el cuerpo..
Romance sin rimas, sin medida
sin sílaba, apenas nuestros cuerpos
siendo breves y justos,
cual hai-kú que se desprende
y llegado el momento perfecto
hicimos caligramas con el cuerpo..
Romance sin rimas, sin medida
sin sílaba, apenas nuestros cuerpos
siendo breves y justos,
cual hai-kú que se desprende
al mirar con dulzura y lujuria
tu verano florecido en mi sexo.
María Cayo
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