Todas las horas son rojas...
un asesino vive en mi vientre,
soy su víctima mensual,
y la tortura de mi alma rota
dura algunos días eternos
y se guarda silencio inevitable
que revierte el arco de la sonrisa
a la mujer
inenarrable que soy.
Enero, Febrero, marzo, abril
todos los meses se muere un poco
y la inercia ineluctable , duele
condición que no se reclama
pero que inflama, carcome, ensucia
lastima, soborna, hiere, tiembla,
sofoca, abruma, angustia, derrite
rasca y esperas como un príncipe azul,
que termine algún día.
Aquello de ser mujer, mata.
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